Los ácidos grasos omega-3 EPA y DHA reducen el riesgo de enfermedad coronaria
El pescado azul, e incluso las semillas ricas en omega-3, pueden reducir el riesgo morir por enfermedad cardiaca.
Incluir de manera habitual en nuestra dieta fuentes ricas en omega 3 puede reducir el riesgo de muerte por ataque al corazón. Las altas concentraciones de ácido alfa-linoleico presentes en algunas semillas, como el lino o la chía, y los ácidos grasos de cadena larga: EPA, DHA y DPA presentes en el pescado azul, están asociadas con un riesgo 10% menor de eventos cardiovasculares mortales.
Estas son las conclusiones de una investigación publicada en JAMA Internal Medicine y realizada por grupos de investigación de varios centros de reconocido prestigio, incluida la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford y la Universidad de Tufts en Boston (EE. UU.)
Omega 3 Omega-3 de origen marino y vegetal.
El ácido alfa-linoleico (ALA) es un ácido graso omega 3 esencial, es decir, debemos tomarlo en nuestra dieta porque no tenemos capacidad de producirlo. La importancia del ALA radica en su condición de precursor, es el ácido graso del cual se originan los ácidos grasos omega-3 más conocidos: EPA y DHA presentes en altas concentraciones en el aceite de pescado de aguas frías, como el salmón, la caballa, el atún, etc.
El contenido de ALA en los productos pesqueros es bastante bajo (generalmente menos del 1%), mientras que se encuentra en cantidades moderadas en algunos alimentos de origen vegetal, incluyendo semillas de chía, semillas de lino y aceite de linaza, semillas de arándano, nueces, aceite de nuez y aceite de soja. A pesar de ser excelentes fuentes de ALA, estos alimentos son pobres en sus derivados de EPA y DHA.
El ALA tiene algunas funciones beneficiosas para el organismo: actúa como agente antiplaquetario, vasoprotector y antitrombótico, en particular, reduce el nivel de viscosidad de las plaquetas, altera su potencial de agregación y contrarresta la formación de placas ateroscleróticas, también previene las lesiones a nivel de los vasos sanguíneos.
Gracias a estas acciones, contribuye a la reducción del riesgo cardiovascular, junto con el EPA y DHA omega-3, que son bien conocidos por sus beneficios para la salud cardíaca, como la reducción del riesgo de arritmias y mortalidad, en pacientes con infarto de miocardio reciente o insuficiencia cardíaca
A pesar del conocimiento sobre las acciones de los omega-3 de origen vegetal, la mayoría de los estudios sobre la actividad cardioprotectora de los ácidos grasos poliinsaturados se han llevado a cabo con EPA y DHA.
Los omega-3 de origen vegetal también protegen el corazón
El estudio citado, llevado a cabo por investigadores estadounidenses un meta-análisis, es decir, que han comparado los resultados de docenas de otros estudios sobre omega-3 marinos y vegetales y su relación con los eventos cardíacos.
Los resultados mostraron que los sujetos con los niveles más altos de omega-3 en la sangre tenían un riesgo 25% menor de morir de un ataque cardíaco que aquellos con los niveles más bajos.
En general, el omega 3 de origen vegetal y los productos pesqueros se asociaron con un riesgo 10% menor de eventos cardíacos fatales, mientras que no se encontró ningún vínculo entre los altos niveles de omega-3 del pescado y los ataques cardíacos.
En detalle, los resultados mostraron que el ALA se asoció con un riesgo 9% menor de ataque cardíaco mortal, mientras que DPA y DHA con un riesgo 10% menor. El DPA también resultó en un 6% menos de riesgo de ataque cardíaco en general.
Esto, según Liana Del Gobbo, investigadora principal del estudio, sugiere un mecanismo por el cual los omega-3 contrarrestan específicamente el riesgo de muerte. Los nuevos hallazgos, junto a otros estudios recientes, proporcionan una imagen más completa y actualizada de cómo los omega-3 pueden influir sobre la enfermedad cardíaca.
Otros dos autores de la investigación, Dariush Mozaffarian y Victoria Taylor, también subrayaron cómo el estudio confirma por primera vez la importancia de comer pescado graso, en el contexto de una dieta sana y equilibrada, para proteger la salud del corazón, y sugiere un papel positivo del omega 3 proviniente de fuentes vegetales, como la linaza, la colza y los aceites de soja.
Los resultados del estudio se publlicaron pocos días después de otro metanálisis publicado en la revista Clinical Nutrition que mostró que los pacientes de cirugía cardíaca que habían consumido suplementos de omega-3 antes de la operación mostraron menor arritmia postoperatoria y acortaron la estancia hospitalaria a menos de 2,4 días, en comparación con los que recibieron el placebo.
Algunos detalles del meta-análisis
El estudio incluyó datos de 45,637 participantes de 16 países diferentes. Para cada uno de ellos, los investigadores recopilaron información sobre las concentraciones en la sangre omega-3 marino, de cadena larga como: DHA, EPA, DPA y sobre las derivadas del ALA. Además de las concentraciones de otros lípidos presentes en la sangre, incluidos los fosfolípidos y los ésteres de colesterol, y la cantidad de tejido adiposo. También se midieron para cada sujeto, relacionándolos con la presencia de enfermedades coronarias.
Según el Dr. Mozaffarian, medir de los niveles de omega-3 en sangre es importante porque la mayor parte de la investigación previa ha analizado las estimaciones de omega-3 obtenidas al calcularlas a partir de la dieta de los sujetos examinados, un método inexacto que puede inducir fácilmente a error.
Un estudio innovador en el que debemos profundizar.
Según los investigadores que dirigieron el meta-análisis, las concentraciones de moléculas de omega-3 derivadas de plantas y marinos están asociadas con una menor incidencia de enfermedad coronaria mortal, y el nuevo enfoque puede ofrecer una oportunidad sin precedentes para comprender cómo las moléculas medidas en plasma sanguíneo derivadas de los ácidos grasos omega-3 de diferente origen pueden afectar la salud.
Aunque la nueva investigación proporciona más evidencia sobre los beneficios de los ácidos grasos omega-3, es necesario continuar con otros análisis de este tipo y, sobre todo, trabajar en la información y educación del consumidor.
De hecho, recientemente se ha demostrado que la mayoría de la población mundial consume cantidades insuficientes de omega-3 como parar poder disfrutar de algún beneficio cardiovascular.
Por lo tanto, hay pocas personas que sigan las recomendaciones para una alimentación saludable de consumir al menos una porción de pescado azul por semana. Las estadísticas han demostrado que en algunas zonas del mundo sólo se consume un tercio de lo recomendado.
En este sentido, Dr. Harry Rice, vicepresidente de asuntos regulatorios y científicos de la Organización Mundial para el EPA Y DHA Omega-3 (GOED por sus siglas en inglés), comentó sobre la publicación recordando que todos los omega-3 son necesarios para la salud, pero los resultados sobre la reducción del riesgo cardiovascular son mayores cuando EPA y El DHA alcanza niveles comparables a los observados en la población japonesa, y que en las poblaciones occidentales el consumo de ALA es casi siempre adecuado, mientras que el de EPA y DHA aún está muy lejos de la dosis óptima.
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