Numerosos estudios han demostrado los beneficios para el cerebro del consumo de pescados como el salmón, el atún y las sardinas.
En la base de estos resultados están los ácidos grasos Omega-3 de los cuales estos peces son ricos. Entre todos los Omega 3 el más importante para el cerebro es precisamente el DHA.
Mientras que el ácido graso Omega-3 EPA, o ácido eicosapentaenoico, está , en general, asociado con un menor riesgo de enfermedad cardíaca coronaria, con los niveles de triglicéridos, con la presión arterial y con la inflamación, el DHA está asociado con el funcionamiento del cerebro.
Además, este ácidos grasos Omega-3 es también importante para el desarrollo del sistema nervioso y la vista.
Un estudio reciente ha demostrado que las personas con niveles bajos de DHA tienen un cerebro más pequeño y obtienen peores resultados en pruebas de memoria visual, en la capacidad de resolver problemas y en otras habilidades cognitivas.
Sin embargo, antes de la publicación del estudio de los investigadores canadienses, nadie había sido capaz de formular una hipótesis sobre los mecanismos que subyacen a la acción de este nutriente.