Los estudios de la microbiota intestinal aumentan año tras año debido a que cada vez son más 

las evidencias de sus beneficios y de los perjuicios que conlleva la pérdida de flora intestinal. En este caso, te invitamos a que conozcas los últimos datos en torno a la prevención del cáncer colorrectal en la que la microbiota juega un papel muy relevante. Vamos allá.

Microbiota y prevención de cáncer colorrectal

Los proyectos de investigación se están multiplicando a marchas forzadas en lo que a estudio de la microbiota se refiere. Entre ellos cabe destacar los que están enfocados en la detección de bacterias que se forman al alterar la flora intestinal como sucede en el caso de una bacteria que se encuentra en nuestro intestino llamada Escherichia coli y que podría ser una de las responsables de la predisposición de sufrir cáncer colorrectal. En algunos casos en los que las personas tienen más predisposición genética a que su organismo no pueda reparar los daños sufridos por esta se le reconoce como síndrome de Lynch. Actualmente se ha encontrado también relación entre el Lactobacillus acidophilus que podría actuar como un protector contra los tumores de este y otros tipos. 

Debido a que la microbiota es la encargada de catabolizar los componentes indigestibles de la dieta con los que produce metabolitos, es muy posible que tengan también efectos beneficiosos tales como la prevención del síndrome metabólico, la inflamación intestinal o el sistema inmune. En el ámbito del cáncer colorrectal es la microbiota sana la que puede ser la clave para curar el cáncer de colon.

Cómo se mantiene sana la microbiota

Como sucede en otros casos, no existe una receta mágica al respecto pero una dieta equilibrada junto con la eliminación de estrés en la medida de lo posible, el deporte diario y una dieta equilibrada puede que sean las claves para que no se llegue a desarrollar. Según los expertos, el estudio de la microbiota intestinal es fundamental para encontrar la respuesta para prevenir el cáncer colorrectal pero lo cierto es que tamibén es necesario destacar la gran importancia que tiene la alimentación en todo esto. Según se ha podido constatar en las últimas estadísticas de diversos países desarrollados y en vías de desarrollo, cada vez son más los jóvenes que padecen de cánceres de esta naturaleza. Las grasas trans y los azúcares podrían estar detrás de esta mayor incidencia. 

El microbioma y su potencial como intervención preventiva del cáncer

Nuestra dieta y otros factores ambientales pueden modular la abundancia de ciertos miembros de comunidades microbianas de nuestro organismo, principalmente de nuestro tracto gastrointestinal, auqnue también, en otros sitios anatómicos. Además, algunos productos dietéticos son metabolizados por la microbiota intestinal en componentes bioactivos que se cree previenen el cáncer. Por ejemplo, la fibra dietética se somete a fermentación bacteriana en el colon para producir butirato, que es un  ácido graso de cadena corta inhibidor de histona desacetilasa (HDAC) que suprime la viabilidad y el crecimiento de las líneas celulares de cáncer colorrectal. Un estudio reciente en ratones demuestra que la fibra puede proteger contra la tumorigénesis colorrectal de una manera dependiente de la capacidad de la microbiota para producir el butirato. Este y otros ejemplos sugieren que algunas de las variaciones interindividuales observadas en los estudios epidemiológicos y de intervención que han investigado las asociaciones entre la dieta y el riesgo de cáncer podrían explicarse por las diferencias en la microbiota entre los participantes. Los datos de los estudios de investigación básica también respaldan la idea de que los probióticos y prebióticos podrían ser estrategias plausibles de quimioprevención que pueden utilizarse en mayor medida en el futuro.

Fuente:

Scott J. Bultman, The microbiome and its potential as a cancer preventive intervention, Seminars in Oncology, Volume 43, Issue 1, 2016, Pages 97-106